Y miro al frente...

Y miro al frente
y no me asusto, 
que no lo piensen. 

Solo es que, 
mis pensamientos,
no esperan el consuelo,
de lo que por allí viene. 

Y miro atrás, 
y no me atrevo a pensar 
que las montañas 
algún día me respaldarán. 

Por eso miro al suelo,
y espero con ansia,
mi sueño verdadero.

Arrepentimiento

Porque si tú no estás a mi lado, 
ya na da me importa, 
la vida se me hace en mil pedazos,
tan pequeños, tan insignificantes, 
que parece que nada se ha destrozado. 

Porque si al menos tuviera un minuto,
para verte y decirte lo que siento, 
me levantaría deprisa de este asiento, 
en el que por justo
me tienen preso.

Ese sueño del pasado,
que media vida recé
para que se hiciese realidad.
Media vida siendo ignorante, 
media vida soñando por soñar.

Esa ilusión de hace años,
que sé ya que nunca se cumplirá, 
y por ilusionarme estoy pagando
el que un día luchase
sin arma para  luchar. 

Ese amor que te regalé,
sin ni siquiera yo entender, 
como podía yo quererte, 
con un verdadero querer. 

Todo el tiempo que pasé
creyendo estar a tu lado,
en un banco fuera de este mundo,
en un parque los dos juntos, 
donde solos éramos ya muchos.

Y ahora que de verdad te has ido,
me siento a pensar aquí solo,
y me doy cuenta de que si tan sólo tuviese un momento, 
correría a verte y decirte lo que siento, 
correría a verte y decirte que te quiero.

Observaré las estrellas

Observaré las estrellas
aceptando que te encuentras,
tan lejos de mí 
como yo de ellas.

Soñaré que estoy a tu lado,
como un prisionero sueña con su libertad,
como un anciano sueña con ser joven,
y un mudo, con poder hablar. 

Y en sueños construiré un puente contigo,
un puente en un lugar distinto,
que nadie conozca o haya conocido,
y que esté tan lejos como el infinito.

Y así, caminaré mirándolas, 
caminaré sin pensar por qué camino,
caminaré solo por querer vivir,
caminaré con la alegría del primer día,
y sabiendo lo que me queda siendo feliz.

Jugaré sin tener juguete,
imaginaré como poder jugar,
dejaré el alma pura como el agua,
y el pensamiento libre sobre el mal.

Entonces de nuevo,
soñaré que estoy a tu lado,
como un prisionero sueña con su libertad,
como un anciano sueña con ser joven,
y un mudo sueña con poder hablar.


Me dices y te digo

Dices que sabes todo
te digo que no sabes nada
insistes en que todo lo sabes
te digo que nada será todo.

Dices que todo está mal 
te digo que la nada está bien
insistes en que lo malo es todo
te digo que lo bueno no es más que lo todo. 

Dices que lo todo es ser fuerte
te digo que en la nada no tiene por qué
insistes que ser fuerte es lo todo
te digo que ser fuerte no es más que nada. 

Dices que los grandes se convierten en todo
te digo que en la nada no importa ser pequeño
insistes que ser grande te convierte en todo
te digo que ser pequeño pasará a ser lo todo. 

Me hablas de lo todo
te hablo de la nada
insistes en lo todo
te digo que la nada será todo.


la luna

Que luna más bella
la que hay en este anochecer,
una luna mas que llena,
una visión para merced.

Que luna más hermosa
que te sigue a cual lugar elijas,
una espia entre tus sombras,
que en el agua es emergida.

Acompañada por las estrellas
delante de su sol
blanca y dura como la roca
y tan bella como una  rosa.

Fue un pobre campesino
que en el campo echado estaba,
quien miro al cielo oscuro
y a la luna la saludaba.

Carolina, carolina
tu que todo lo ves,
¿podrías decirme en cuantos lugares
puedes estar a la vez?

Dicen que estaba loco,
pero el pobre hombre aseguraba,
que en un eco profundo,
así le contestaba.

Yo me encuentro en medio mundo, 
cada noche, cada vez,
veo la vida, la amargura
paralelas y sin cura.

Me encanta ver a europa,
ver américa, verte a tí,
la felicidad se escucha en la calle,
pocos son los pobres
que no pueden dormir.

Pero tan mal lo paso
cuando la noche cae en Africa,
que me pongo mala, mala
ver a niños sin nisiquiera mantas.

Me siento sola aqui arriba
un universo que no tiene fin,
donde el infinito esta tan lejos,
que no se puede descubrir.

No se mi destino,
quien me trajo, de quien me fui,
solo se contar años
los años que llevo aquí.

Solo ser dar vueltas
alrededor del sol, alrededor de ti,
mi vida es una simpleza
ójala me pudiera ir.

Atónito el hombre,
se quedo mirando,
no sabia como, ni porque,
que decir cuando se esta callado.

Así que con un enorme suspiro,
le dedico unas palabras
tan hermosas que no se olvidan...

Tu eres bella
una huella dejada en la tierra,
tu eres sol
un temblor que to tiene temor.

Tu eres luna
 una tuna que balancea la cuna,
tu eres tu
sientete orgullosa porque nadie es como tu.



 







Mi destino

Soy prisionero
de mi nave, de mi barco
a la deriva con mi velero
el mar salado parece cielo.

No tengo una meta
no tuve un principio
yo sigo mi senda
sin ningún poderío.

Seguido por mi destino
navego por mares y fronteras
y son mi único amigo
el agua y las estrellas.

No quiero poseer tierras
y huyo de mi propia sentencia
yo río cuando quiera
y no hay leyes por mis venas.

Cada milla montado aquí
cada paso en este viejo trasto
cada día, cada año
me gusta más mi trabajo.

Soy un hombre viejo
pobre, sin dinero
y es que tan solo poseo
mi barco, mi velero.

Pero no me importa
pues mis experiencias aquí
nadie más como yo
las podrá vivir.

Es bello el atardecer
es valiente la marea
y tan sutil es el suave viento
que en mi cara roza sin ningún miedo.

 Y es que yo soy prisionero
de mi nave, de mi barco
a la deriva con mi velero
el mar salado parece cielo.








  




 

El príncipe orgulloso

Hace mucho tiempo existían dos príncipes. El mayor se llamaba Pedro y tal era su vanidad que creía ser conocido en todo el mundo.
Pasó el tiempo y aquel joven príncipes tenía que buscar a una princesa para casarse con ella.

Se pasó un año buscándola; de país en país, se recorrió a todas las jóvenes, que para él, no eran lo sufícientemente hermosas.
Hasta que un día, andando por la selva de África, se cruzó con una muchacha espantosa, con verrugas en la cara y manchas verde en la frente.
La joven al verlo le dijo que ella era su princesa y que no iba a encontrar a otra más bella. Él príncipe continuo caminando, intentando no mirarla e ignorarla.

Pasó el tiempo y Pedro volvió a palacio sin ninguna princesa. Pero en el palacio había surgido algo nuevo, su hermano pequeño se había casado.
El príncipe se quedó sorprendidísimo. Había recorrido todo el mundo y no había encontrado a una joven tan hermosa como aquella.

Pedro al hablar con el hermano, este le dijo que antes de casarse era espantosa, pero que al mirarla tenía  una mirada limpia y sincera, y por esa razón decidió casarse con ella.

El príncipe habló unos momentos con la mujer de su hermano y ésta le señaló:
- Te dije que era tu princesa. Te dije que no ibas a encontrar a otra más bella que yo.
En ese momento Pedro recordó a la joven espantosa que se cruzó en el bosque. El tenía que haberla mirado.                            
La mujer le leyó la mente y antes de irse le dijo:                       
- Aun que lo hubieras hecho, no lo hubieras notado,                     
porque es verdad que cada cosa tiene su belleza, pero también es verdad, que no todos pueden verla.                                                           
                                                                        
                                  FIN